La «Catrina» (cuyo nombre original es Calavera Garbancera), creación original del dibujante y caricaturista José Guadalupe Posada (con antecedentes en Manuel Manilla), cumplió 100 años hace muy poco. Se dice que fue Diego Rivera quien la llamó «Catrina» por primera vez, además de dotarla de su vestimenta característica. Originalmente un símbolo con varias lecturas (desde quienes querían parecerse a los europeos hasta la representación de la clase alta previa a la Revolución Mexicana), cada vez se la relaciona más con «la huesuda», es decir, la representación de la muerte.
Bajo el concepto «La Catrina está de moda», el artista mexicano Jesús Guillén quiso homenajear a este personaje y desde su centenario, en 2013, va convocando a artistas de México y España para que vistan a las catrinas que él mismo modela, a quien llama «sus niñas». Hasta el viernes pasado, la muestra pudo verse en IED Barcelona, donde nos contó que probablemente el año que viene dé el salto a París.
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La pieza de Jesús, casi como la reciben los artistas. Detalle de la catrina de Maya Hansen, la primera figura vestida por un diseñador. Detalle de la catrina de Maya Hansen, la primera figura vestida por un diseñador. Detalle de la catrina de Marta Sáenz La «huesuda» según Chu Uroz. Lydia Lavín la vistió de rojo. El estilo de Txell Miras. María Luisa Sanz. Roberto Verino. Jesús junto a sus «niñas».