Con una introducción ilustrativa sobre la carrera del invitado, Judit Carrera dio inicio a la charla sobre la Dignidad en el ciclo de Virtuts (Virtudes) del CCCB. El antropólogo e historiador Claudio Lomnitz nos ofreció la conferencia más divertida hasta la fecha (y no por eso menos interesante, claro). Profundo conocedor de las aventuras y desventuras de su país de origen, México, partió de la época en que aquella tierra era colonia para entender los cambios que ha sufrido el concepto de dignidad a lo largo de la historia.
Desde las varas de mando de los indígenas -que a partir de la llegada de los españoles pasaron a ser revalorizadas siempre que las re-otorgara (simbólica y físicamente) un representante poderoso del nuevo orden (tanto un marqués, como el rey o algún alto cargo religioso)-; la compraventa de dignidades (a través del dinero y títulos nobiliarios o similares); y el esfuerzo porque los mexicanos usaran pantalones en el siglo XIX (ejemplo que hizo reír a todo el auditorio, pero que es cierto), la propuesta de Lomnitz mostró una mirada alternativa a la europea, lo que realmente abre el campo de reflexiones sobre las virtudes.
Partiendo de territorios -físicos y simbólicos- donde aún se lucha por adquirir dignidades que en Europa se consideran básicas, o que están conquistadas hace tiempo, el antropólogo citó algunos ejemplos interesantes en esa pelea por conseguirlas: los bandos y edictos en contra del uso de joyas por otras castas que no fueran los criollos descendientes de españoles, la revolución mexicana de 1910, el ELZN, la dignidad de la mujer (frente a los asesinatos en Ciudad Juárez y similares) y la diginidad del cuerpo humano como tal, frente a las vejaciones y venganzas que se han visto recientemente en su país.
Y todo esto enlaza con la observación más interesante y menos obvia que hizo durante su disertación: la dignidad como sentimiento interno (el que deriva de la idea de «saberse merecedor de algo», aunque no siempre sabemos de qué -y aquí hubo más risas cómplices del los asistentes); y los atributos externos que la representan (las joyas en los negros y nativos de la colonia, las fotos de los revolucionarios en las sillas presidenciales durante la revolución de 1910, la apropiación simbólica del Jockey Club para convertirlo en un sindicato obrero…)
Esta conferencia me dejó pensando en algunas cosas que leí… México me parece un lugar controvertido, visceral, interesante… Uno de los lugares de América latina donde la herencia indígena, la influencia española y la gran bota del poderoso país del norte sobre la cabeza de los mexicanos marcan la historia de una manera muy particular e intensa. Por eso, añado unas recomendaciones personales a esta crónica: el maravilloso -y terrible-homenaje de Roberto Bolaño a los crímenes de mujeres méxicanas en 2666 (y la fantástica adaptación teatral, que se estrenó en el Teatro Lliure de Barcelona hace algunos años) y cualquier libro de Carlos Monsiváis, quien ha registrado como pocos las complejas vivencias de ese país.
Aquí les dejo el video del CCCB, con la acostumbrada entrevista a los participantes.
La próxima cita en Virtuts es el lunes 6 de febrero, a las 19.30. Salvador Cardús hablará de la paciencia.